A la atención del personal de limpieza del hotel Mercure München Neuperlach Süd
Soy el huésped de la habitación 500 y me gustaría dirigirme a ustedes en esta breve misiva para aclararles ciertas conductas que seguramente les habrán llamado la atención en estos últimos días.
La primera de todas es la aparición de manera reiterativa de mini-bolsas de Gummibärchen (ositos de goma) en la papelera de mi habitación. He de reconocerlo. Son mi adicción. No los compro mucho, pero cuando cae una bolsa en mis manos no dura ni un suspiro. Antes de iniciar el viaje me regalaron una bolsa enorme llena de bolsitas pequeñas en las que cabían 5 o seis ositos de goma, y claro, las bolsitas han caído diariamente de 10 en 10.
También puede que resulte chocante y sobre todo al compararlo con el asunto "Osito de goma" el hecho de que haya un playboy rondando por el cuarto. La escusa de "no es mío, me lo encontré por la calle" se acerca mucho a la realidad. Cuando el lunes de madrugada volaba hacia Munich en un Airbus A320 asiento 1A, tenía sentada a mi derecha a una hermosa joven rubia que ojeaba tranquilamente una revista. Empecé a sospechar cuando contorsionó su cuerpo para echar un vistazo al desplegable y las sospechas se hicieron realidad cuando apareció la playmate del mes de junio. En fin, que la mujer en cuestión se dejó la revista en el asiento y yo estaba bastante interesado en el reportaje/entrevista de Daniel Brühl...
Pero lo que quizás os haya llamado más la atención es que en estos días que llevo en la habitación 500 no haya utilizado ni una sola toalla de baño. Pensaréis que soy un adolescente sobrehormonado y guarrete, que prefiere hojear la playboy mientras come ositos de goma a ser fiel a las costumbres higiénicas arraigadas en la cultura occidental. Y puede que no os equivoquéis, pero en este caso la verdad es distinta. Cuando vuelvo al hotel después de trabajar, lo primero que hago es subir al cuarto, quitarme las botas, ponerme las chanclas, coger el bañador y hacerme unos largos en la piscina, entre sesión de sauna y sesión de sauna. Y además como las duchas tienen su gel y su champú, pues aprovecho esos momentos para quitarme la roña acumulada durante el día.
Espero que con estas explicaciones quede satisfecha su curiosidad y aplacado su asombro.
Atentamente
El de la 500.
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9 comentarios:
¡jajajajaja!
Vamos, que les podrías soltar la célebre frasecilla que dice así: "Esto no es lo que parece".
:P
La caña! xDDD
Lo que sería realmente genial es que les dieras la carta :D
jajajaja
sin palabras...
¡Qué te has sentado al lado de una play mate en un avión! ,¡qué los osos son homosexuales peludos!,
¡Un play boy en la habitación de un adolescente hormonado!,¡Un encuentro en las duchas de una piscina!, ¡y ademas con gel!, ¡y encima intentando involucrar al servicio de habitaciones!, ¡Esto esw un sindios!
FDO. Rouco
habitación 500 has dicho? yo creo que había algo más...
http://www.christies.com/LotFinder/lot_details.aspx?intObjectID=5053991
Aclaración: al volver a Berlín pude constatar lo que sospechaba. El playboy lo reparten de serie en los aviones de AirBerlin. Antes de entrar al avión hay un mueblecito con periódicos y revistas y entre ellas está el Playboy, con una portada adicional que tapa la original.
Como diría Homer Simpson: ¡Nos llevan años de ventaja!
xDDD
Joderse con Airberlin...
Aquí repartirían el Qué me dices con Belén Esteban en portada, grrr
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