viernes, 11 de mayo de 2007

El mar de la tranquilidad

Cuando en Berlín diluvia en primavera y las calles se convierten en ríos, la gente se calma y camina adormilada bajo sus paraguas, como si la ciudad entera se hubiera convertido en un gigantesco mar de la tranquilidad.

Mapa del mar de la tranquilidad con los lugares donde alunizaron
el Apollo 11, el Apollo 16, el Apollo 15 y el Surveyor 5


La causa de tan poética imagen no es más que la cantidad inmesa de tilos que se pueden encontrar en numerosos lugares de la ciudad. Cuando llueve y están los tilos en flor, barrios enteros de la ciudad se convierten en descomunales infusiones.

Tilo en flor

Y entre tila y tila (todas por ahora forzadas por la naturaleza) mi vida va pasando de una manera muy agitada sin apenas tener tiempo de publicar nada por aquí. Suceden muchas cosas y sólo hay que abrir un poco los ojos para captarlas. El problema es luego no tener tiempo para ponerlas en orden y al final esos recuerdos se acaban disolviendo en las neuronas.

Pero ayer sucedió una cosa que me impactó. Me acababa de subir autobús camino del trabajo después de haber pasado por la universidad y después de un chute de tila. El 118 siempre espera unos minutos en Wannsee y allí estaba yo, sentado en la mitad del autobús oyendo música. Fuera un hombre paseaba por la acera, muy cerca, y de pronto saludó a un niño. El niño no le conocía y se rió de él mientras seguía caminando en dirección a la parte posterior del autobús. Es esa zona se encontraban un grupo de chicas adolescentes, no más de 15 años que se empezaron a reir y a exclamar con sorpresa:

"-No puede ser!! No me creo lo que está haciendo!! Qué guarro!!"

Desde mi posición no podía ver lo que estaba pasando pero al cabo de unos segundos, con el autobús aún parado vi como el hombre se acercaba a la puerta delantera con intención de entrar.
Nada más poner un pie dentro, una de las chicas que estaban en la parte trasera se levantó corriendo y fue hacia el conductor para impedir que el hombre entrara en el autobús, cosa que logró. Cuando por fin arrancamos pude ver al hombre haciendo unos gestos muy obscenos con la lengua y las manos dirigidos a las chicas. Y me quedé pensando. Pero ahora mismo soy incapaz de poner mis pensamientos en letras. De nuevo el trabajo ataca y las muestras que llevo esperando desde ayer acaban de llegar. ...

Me espera una laaaarga tarde de simulador solar.



There is a house in New Orleans
They call the Rising Sun
And it's been the ruin of many a poor boy
And God I know I'm one

My mother was a tailor
She sewed my new bluejeans
My father was a gamblin' man
Down in New Orleans

Now the only thing a gambler needs
Is a suitcase and trunk
And the only time he's satisfied
Is when he's on a drunk

Oh mother tell your children
Not to do what I have done
Spend your lives in sin and misery
In the House of the Rising Sun

Well, I got one foot on the platform
The other foot on the train
I'm goin' back to New Orleans
To wear that ball and chain

Well, there is a house in New Orleans
They call the Rising Sun
And it's been the ruin of many a poor boy
And God I know I'm one



.

2 comentarios:

Mariano Zurdo dijo...

"barrios enteros de la ciudad se convierten en descomunales infusiones".
Te odio.
Me hubiera encantado inventarme esa frase.
Bueno, no te odio mi querido concejal de energías exteriores.
Ánimo con los tiempos ocupados que ya llegarán los ociosos.

mgqseaml dijo...

A mi también me pasan cosas curiosas en los autobuses. Igual algún día escriba alguna en mi blog (tengo una muy graciosa con unas ancianas que venían del baile).
Un saludo