domingo, 22 de marzo de 2009

Berlín se amadrida?

Acercaos, amigos, al fuego. No os dejéis amedrentar por la nieve que cae y sentaros a la lumbre mientras os cuento una historia.

Hace mucho tiempo, cuando era joven, llegué a una ciudad legendaria. Una ciudad que lucía cicatrices con dignidad. Una ciudad receptiva y nada presuntuosa. Los bajos precios de la vivienda hicieron que muchos se mudaran a sus casas y se pusieran a hacer lo que les venía en gana, sin preocuparse en exceso por pagar un alquiler. De todas esas iniciativas, seguramente el 99% fueron mierdas pinchadas en palo, pero el 1% restante sí que merecía la pena. Se abrieron galerías, se formaron grupos, se hacían fiestas... todo envuelto en un buen-rollo casi místico. Cuando llegué, la mayor parte estaba desapareciendo, y aún así era una ciudad mucho más viva que cualquiera de las demás capitales europeas.
Una de las cosas más impactantes eran sin duda las fiestas en locales digamos poco ortodoxos. Un día paseando por la calle vimos un agujero en la acera y como un tipo se metía dentro. Nosotros le seguimos. La entrada resultó ser una carbonera y dentro, en los sótanos del edificio, había una especie de bar lleno de punkis. Además había bares "clandestinos" para casi todos los días de la semana. El Montag (lunes) estaba junto al río, en un ático de un edificio de oficinas. Las puestas de sol en verano eran impresionantes. El Dienstag (martes) no lo llegamos a conocer, pero sabemos de buena fe que existió. El Mittwoch (miércoles) estaba también en el sótano de un edificio y había que entrar por el patio trasero, pegado a las vías del tren. El Donnerstag (jueves) estaba también en los sótanos de un edificio en un patio trasero. Para llegar al Freitag (viernes) tenías que seguir un reguero de velas por detrás de unos andamios y llamar a una puerta que estaba al fondo. Para los sábados y domingos había ya suficientes alternativas como para ponerse a buscar velitas por la calle. Además nos llegaban regularmente invitaciones a fiestas esporádicas como la siguiente:
Dienstag 28.11. ab 22 Uhr
… FEIERN IM KAISERLICHEN GEWÖLBE

Wir feiern in alten Katakomben entlang des Spreekanals, etwa 100 meter lang und geschwungen, verwittert und mit Geschichte geprägt. Eingang nur (!) von der Schleusenbrücke, weil der Schlossplatz durch den Weihnachtsmarkt belegt ist. Diese Brücke führt die Werderstrasse über dem Spreekanal, daneben steht eine große Eiche. (zwischen Außenministerium und ehem. Staatsratsgebäude). Schleicht euch über Leitern und Kaimauern im Untergrund. Dem Eingang gleicht ein Kanalisationsdeckel, dann geht es 5 Meter in die tiefe. Hier wird ihr beschert mit:

___dj tomas fernandez (l(i)ebe zur musik)
___dj alex schuster (edelmut / watergate)
___ausstellung und klanginstallation
___installation schuhfries von Gunter Haring (Wien)

Kostenbeitrag 2 Euro, es ist warm und weihnachtlich in den Katakomben.

www.schlossfreiheit.blog.de

bis dienstag !


Que viene a decir algo así como:

El 28 de noviembre a partir de las 22:00 fiesta en las bóvedas imperiales!!
Fiesta en las antiguas catacumbas al lado del canal de Spree, de 100 metros de longitud, con forma arqueda, erosionadas y llenas de historia. La entrada sólo delante del Puente de la Esclusa ya que la Plaza del Palacio está ocupada por el mercadillo de navidad. El puente te lleva desde la Werderstrasse atravesando el canal, cerca de donde se encuentra un gran roble (entre el Ministerio de Exteriores y el antiguo edificio del Consejo de Estado). Escurríos por la escalerilla a hacia el subsuelo. La entrada es una tapa de canalización y después son 5 metros hacia las profundidades. Ahí se os obsequiará con:
___dj tomas fernandez (l(i)ebe zur musik)
___dj alex schuster (edelmut / watergate)
___exposición e instalación sonora
___instalación schuhfries de Gunter Haring (Viena)

Coste: 2€. En las catacumbas se está calentito y hay ambiente navideño

Hasta el martes!!


Pero volvamos a los bares semanales.
El primero en cerrar fue el Montag. Ahora hay una ofician en aquel ático y siempre que paso y veo allí arriba a los curritos, reunidos, me acuerdo de las cervezas y los columpios que había antes. El día que cerraron el Freitag nosotros no estábamos, pero una amiga sí. Llegó la policía, loe echó de allí y al cabo de unos días, en el solar que había que atravesar para llegar al sitio en cuestión comenzaron a construir un edificio. Ahora ha caído otro. Pero no por especulación inmobiliaria ni por redadas policiales.

Para entrar en el Mittwoch se necesitaba una contraseña que te llegaba el mismo día por e-mail. Siempre pedían que no se armara mucho escándalo en la calle porque los vecinos podían quejarse. En aquel enorme local había conciertos, ruletas, echadoras de cartas, y sobre todo cervezas baratas y copas a 3,50€. Todo había funcionado muy bien durante años, hasta la semana pasada. El otro día nos llegó este e-mail:

Mittwochsklub Newsletter
hey hey leute,
ab mittwoch gibt es keine klub mehr.
dank einiger idioten die meinten sie müßten sich prügeln und mit flaschen um sich zu schlagen ...
bis dann mal wieder
euer klub

Que viene a decir algo así como.

Noticias del Mittwochsklub
hola hola gente.
a partir del miércoles no habrá más club.
Gracias a unos cuantos idiotas que creían que debían pegarse y atizarse con botellas.
Hasta la próxima
Vuestro club

Si os soy sincero, creo que volverá, después de un tiempo prudencial. Borrarán la lista de correo y empezarán de cero. Como en Matrix.

Se está Berlín amadridando?

7 comentarios:

wen- dijo...

Lo que no acabo de entender es por qué no los regularizan, quiero decir, dejarlos tal cual, pero con sus licencias y papeles en regla, no? Porque hoy en día qué sentido tiene un club clandestino en una ciudad como Berlin? Aunque pensandolo bien no sé.... igual sí que lo tiene.. aparte de mucho encanto... pero no sé, se evitarían al menos que desapareciesen, no?
No sé, la verdad es que no tengo ni idea.

Rodros dijo...

Yo creo que hoy en día la mayoría no son estrictamente clandestinos (lo de las pelis raras en sitios raros sí), pero no están habilitados para ser locales de fiesta. No creo que tengan plan de evacuación, ni licencia de venta de alcohol ni nada de eso. Es como si alguien invita a sus amigos a una fiesta en su casa y cobra por las bebidas. El encanto estaba en buscarlos... y en encontrarlos :)

Irreverens dijo...

Es lo de siempre. Si unos pagan impuestos y demás, ¿por qué otros no?
Creo que todos estos clubs clandestinos tuvieron su razón de ser durante un tiempo, que ya se ha terminado.
:)

Me mola la canción de hoy, Rod.

Besos

Rodros dijo...

Irre, es que de verdad, y aunque parezca utópico, no creo que la verdadera función de estos sitios sea la de hacer dinero. Puede sonar infantil pero creo que hay algo más. Aquí va la última muestra. Un meil que he recibido esta madrugada:

Freitag 27. März ab 22 Uhr
Alt Stralau 69, zwischen S-Bhf Treptower Park oder Ostkreuz
Ein Stahltor, kurz vor der Ringbahn-Brücke

Requisiten, Fahrräder und Autos aufs Dach. Farblich sortiert, das gibt’s nur im neuen Chunk. Das Gebäude der ehem. Schlosserei Homuth hat ein halb-überdachten Hof, ein LKW als Chillraum und ne menge Platz in seine Werkstatträume.


A continuación vienen la lista de gente que pinchará y después:

Drinnen und draussen
Tischtennis, Kicker, Feuertonne.
ein Pissoir im Häuschen
Improvisiert wie immer
ganz genehmigt nimmer
bis Freitag !


Para los que no entiendan alemán se trata de una fiesta en una antigua cerrajería abandonada con su patio. Se encargan de poner mesa de ping-pong, futbolín y meadero. Habrá un tío pichando en el taller, conciertos en el patio y otro tío pinchando dentro de un camión.
Para acabar dicen: Improvisando como siempre, nunca totalmente permitido.

JOAKO dijo...

Cuanta puta y yo que viejo, esta canción es lo primero que me viene a la cabeza al oir tu descripción del cielo según san beodo, espero en otra vida poder disfrutar de una igual, lo dice uno que llegó ligeramente (solo ligeramente) tarde a la movida Madrileña...

Lucas dijo...

Joder que recuerdos... Rod me llevó a parte de esos garitos y, aunque nunca supe como funcionaban, siempre me pareció (y me sigue pareciendo) que formaban parte de lo que es Berlin. No son bares, ni clubs... Es simplemente gente que se junta a tomar unas cerves, ver pelis, jugar al futbolin o escuchar buena y mala música.

Estoy con Rod. No creo que la función sea ganar pasta porque, francamente, se me ocurre mejores formas de ganarla. Son sitios pegados a la esencia de Berlin, esa esencia que hace de Berlin una ciudad distinta a cualquier otra.

elgaitero dijo...

aaaah
fiestuquis en Berlin,
tu birrita, tus amigos, disfrutando, haciendonos bien a nosotros y mal a nadie...
gracias por ensenyarnoslos, rodros+
elgaitero-que casi no cabia con su tripa por el agujero del Agujero.