viernes, 27 de febrero de 2009

Aprobar

En un periódico nacional de gran difusión por internet, el consejo editorial lanzaba la siguiente pregunta para que los lectores respondieran Sí o No:

¿Aprueba la actitud del ciudadano damnificado por el último atentado de ETA que destrozó una herriko taberna como venganza?

Al acabar la votación, en la que participaron varias decenas de miles de personas, el 93% de ellas habían respondido afirmativamente. Vayamos al diccionario.


aprobar. (Del lat. approbāre).
1. tr. Calificar o dar por bueno o suficiente algo o a alguien. Aprobar una boda, una opinión, a una persona para un cargo.
2. tr. Asentir a una doctrina o a una opinión.
3. tr. Declarar hábil y competente a alguien.
4. tr. Obtener la calificación de aprobado en una asignatura o examen.
5. tr. ant. Justificar la certeza de un hecho.



Centrémonos en las acepciones 1 y 2. El 93% de los participantes dan por buena la acción, la asumen como justificable.

Esa misma noche, el pueblo donde ocurrieron los hechos apareció empapelado con carteles amenazantes. Si en el peor de los casos ocurre lo que muchos nos tememos, cómo contestarán los participantes a la siguiente pregunta:

¿Aprueba la actitud de los ciudadano damnificados por la destrucción de la herriko taberna que amenazaron y apalearon al cupable como venganza?

La ley se tiene que interpretar con la cabeza y no con las entrañas. Siempre me acuerdo del día en el que asesinaron a Miguel Ángel Blanco. El pueblo de Ermua dirigió sus pasos hacia la sede de Herri Batasuna y tuvo que ser parado por la Erztainzta. ¡Qué paradoja! Los mismos que hacía unos días lloraban la muerte por asesinato de un compañero, protegían a los simpatizantes de los asesinos. Habría sido muy fácil fingir que no eran suficientes para contenerlos y haber dejado que destruyeran la sede. Pero no. La ley se ha de interpretar con la cabeza.

El mismo razonamiento que me hace aborrecer a los GAL o a la orden de Bush que permitía a comandos armados asesinar a enemigos potenciales de EE.UU. incluso fuera de sus fronteras (cosa que Aznar aplaudió y apoyó) -inciso: encuentren las 7 diferencias*- es el que me hizo sumarme al 7% de los participantes que votaron que no aprobaban la actitud del pobre hombre que cogió una maza y se tomó la justicia por su mano.

Por cierto, ¿por qué había dos cámaras profesionales grabando el acto instintivo de una víctima del terrorismo?, ¿Quién había avisado?, ¿Es realmente un acto instintivo?

En fin, que algo huele a podrido en Dinamarca.




*Yo sólo encuentro una: que lo de Bush es público y está sujeto a debate conociendo a los responsables de verdad.

martes, 24 de febrero de 2009

The day the earth stood still

Como diría Enjuto (con subtítulos en inglés): interneeeeeeeee


Han sido horas de nerviosismo mundial. Las primeras páginas de los periódicos mundiales hablaban de la caída de los servidores californianos. Millones de usuarios desconectados. Vuelta al anarcoprimitivismo? Imaginaos una semana sin correo electrónico.

Pero la pregunta es: si gmail no nos cobra nada por usar sus servicios, a quién protestamos cuando dejen de darlos? Existe la moral en la empresa?


Quién es el hombre que ha vendido el mundo?


viernes, 20 de febrero de 2009

Mi otro yo

Ya comenté en alguna ocasión que tenía la certeza de que había otro yo pululando por ahí y divagué entre otras cosas sobre la cantidad de energía que se desprendería de un apretón de manos entre yo (mismo) y yo (otro) si alguno de los dos resultara ser mi/su antiyó. Además le localicé. Estaba en un cartel de una película. El no sabía de mi existencia pero yo sí de la suya.

La primera antipartícula: imagen de Physical Review 43, 1034 (1933).

A aquello, que ya de por sí tenía su importancia, se ha sumado otro cúmulo de circunstancias que me han llevado a recibir periódicamente mensajes de correo electrónico que van dirigidos a mi nombre, pero que no van dirigidos a mi persona (a menos que tenga un doble vida de la que no sea consciente). En esos mensajes, todos muy cariñosos, me informan de la comunión de mi sobrina Susana, de que mi amigo Luis necesita saber la forma más barata para sacar dinero en Londres, me llegan fotos de las juergas nocturnas de Ernesto, pero no sólo acaba ahí la cosa. Además de la cara lúdica que este nuevo entorno puede ofrecer, y que por cierto, me he sentido tentado a aceptar, también me llegan responsabilidades que al parecer me vería obligado a asumir si de verdad quiero adoptar mi nueva vida con todas sus consecuencias.

Según leo, tengo bajo mi mando a muchas personas y tengo que formalizar los pagos de unas cuantas a las que no se le han pagado lo suficiente. Tengo que confirmar mi suscripción a revistas científicas (tengo la el nombre de usuario y la contraseña en mi correo), tengo que firmar una carta a los proveedores (aunque no tengo aún claro de qué proveen). En fin que no sé muy bien que hacer.

Durante los primeros meses me abstuve. Recibía información y la guardaba sin hacer especial caso. Luego me dio por responder a algunos mensajes. Aclaraba la situación pero me mostraba amigable con mi nueva familia. Explicaba que no era yo el receptor correcto del mensaje, pero felicitaba a Susana por su comunión. El coautor de mi libro, un médico del hospital clínico me pedía una copia de nuestra obra conjunta porque aún no le había llegado y yo le contestaba explicándole que no era yo el receptor correcto del mensaje pero que siempre estaba bien tener un contacto en el Clínico por si vienen mal las cosas.

Estimado Sr. Xxxx.
Lamento informarle de que, aunque mi nombre sea Rodros, no soy el correcto destinatario de su misiva digital. De todas formas siempre es útil tener un contacto en el Clínico, por si se da el caso y hay que pasarse por ahí.
Le aconsejo que revise su libreta de direcciones porque no es la primera persona que me escribe a mi dirección confundiéndome con mi tocayo. Si consigue ponerse en contacto con la persona correcta, le manda un saludo de mi parte, que ya es casi como de la familia.

Atentamente

Rodros (el otro)

Ahora una nueva duda me asalta. Estará mi otro yo recibiendo mensajes dirigidos a mí? Invitaciones a fines de semana frikis, a partidas del Arkham Horror? Los comentarios a mis posts? Qué pensará él de su otro él?

Os dejo con la versión del "clásico" de Chris Isaak (Wicked Game) versionado por Pipilotti Rist, quien cambió el título por el de "I'm a victim of this song" -aunque el que ha subido el tema a goear no se haya dado cuenta y siga llamando a la canción con el nombre original-

viernes, 13 de febrero de 2009

Conspiración!!

1) Llevo varios meses con mi huevo cósmico (léase USB-Stick) en el bolsillo de los pantalones. Cada vez que modifico mi tesis la grabo ahí y me lo llevo de casa al trabajo y del trabajo a casa. Muchas veces me sorprendo metiendo la mano en el bolsillo y sacando el USB, incluso en las circunstancias más extrañas, saliendo de juerga, en conciertos, cenando en un restaurante... me encanta juguetear con él y muchas veces pienso que si lo pierdo o se me jode la voy a liar parda. Cuando acabe el post hago una copia de seguridad.

2) El helio se acabó y con él se desvanecieron mis esperanzas de acabar el trabajo la semana pasada. El lunes hablé con el responsable y me dijo que la botella de reemplazo ya había llegado. Le dije que iría a acabar con mis medidas el martes, cuando acabaran de instalar el contador de agua en casa. Hablé con mi jefe y le dije que ese día no contara mucho conmigo porque iba a ir a la otra sede del instituto a acabar con lo que había empezado. A las 11:30 del martes salí hacia Adlershof, no sin antes sacar el USB de mi bolsillo y dejarlo encima de la cama. Total, allí donde voy no lo necesito.

3) Llego a Adlershof, enciendo la máquina, la lámpara de helio, bajo la presión despacio, la lámpara se apaga, vuelvo a subir la presión enciendo la lámpara, espero un poco antes de bajar la presión, suena el teléfono... lo cojo aunque no sea mi laboratorio? Sí. Era para mí. La secretaria del departamento quería hablar conmigo. La jefa suprema tenía un hueco para mí el miércoles a las 16:30, pero necesitaba que le mandara un capítulo de mi tesis antes de las 16:00 de ese día. No hay problema, le digo, ahora mismo te lo mando, suerte que llevo siempre mi tesis en el bolsillo... mierda.

4) Apago la máquina, corro a por el tren, llego a casa, enchufo el huevo, compilo la tesis borrándo algunos capítulos para que ocupe menos de 10 MB y se lo mando por correo a la secretaria para que lo imprima y se lo dé a mi jefa. Es ese mismo momento me llama al móvil preguntándome si se lo voy a mandar. Mira a tu pantalla le digo. Sí, acaba de llegar. Gracias. Gracias a ti.

5) El miercóles voy a mi despacho, proceso 6 módulos de 30x30cm², voy a mi cita con la jefa, estamos casi 4 horas hablando del capítulo (20 páginas) y me piro a casa.

6) El jueves voy a medir de nuevo, a acabar el trabajo empezado. La lámpara de Helio no se enciende, normal, nunca se enciende a la primera. Miro el cuaderno del laboratorio. El día anterior habían medido y no habían anotado ninguna incidencia. Lo vuelvo a intentar. Nada. Llamo al responsable. Nada. Lo volvemos a intentar una vez más. Nada. Abrimos la lámpara, la limpiamos, la calentamos... Nada. El diagnóstico es que hay que cambiar los capilares.... no se sabe cuanto pueden tardar, pero la unidad de tiempo a usar serán las semanas, en plural.

7) Cagoentó. Un poco de marcha por favor.



Gracias.

P.D. Para aquellos que piensen que el helio no se acabó de manera natual, sino que hubo una fuga por algún sitio, que sepan que no notamos ningún aumento de la frecuencia en las voces de los que nos encontrábamos en el laboratorio.

domingo, 8 de febrero de 2009

7. KW

Hace una semana estaba en el avión de vuelta a Berlín. El fin de semana había sido intenso. Un par de mensajes de móvil y aparecen veintitantos a tomar cañas en el Andino. 250 € en cañas, que se dice pronto. Exaltación de la amistad. Luego en el aeropuerto encontré el complemento perfecto para mi funda rosa del iPod. Gracias muchachada.

Esta semana he estado preparando muestras y midiéndolas para completar los resultados que hay que presentar en San Francisco. Han sido días de trabajo intenso que no pudo completarse debido a que se agotó el helio cuando quería hacer las últimas medidas de espectroscopía fotoelectrónica ultravioleta. A ver si lo reponen pronto y puedo acabarlas la semana que viene, aunque el trabajo ya se empieza a apilar a pasos agigantados.

Por lo demás la semana ha sido muy movidita: el jueves creo que batí un récord del mundo. O mejor dicho dos. Fui capaz de ir a Ikea y compra sólo lo que quería (2 estanterías metálicas OMAR) y además tardé menos de 20 minutos desde que aparqué el coche hasta que salí de allí pitando al curro con mi compra. Luego por la tarde tuvimos la ocasión de ir a ver el partido entre el Alba de Berlín y el Real Madrid en el flamante O2 world.

Flamante O2 World

Llegamos con bastante tiempo y estuvimos viendo el calentamiento del Madrid.



El partido del Madrid fue realmente nefasto. En la primera parte ya les habían colado ni más ni menos que 52 puntos y se fueron hasta de 19. Entraban y salían por donde querían, metían triples a mansalva y los rebotes eran casi todos del Alba. En la segunda parte se pusieron las pilas y a falta de 17 segundos se pusieron por delante en el marcador. 2 arriba posesión del Alba. Falta. Tiros libres...





Había 11045 espectadores. Unos 11000 alemanes y unos 45 españoles repartidos por las gradas. En ningún momento nos sentimos acosados y al final del partido, algunos hasta nos dieron la mano. La pregunta es: tienen los alemanes sangre en las venas? O es acaso una especie de horchata aguada? En fin, lo podremos comprobar cuando vayamos dentro de dos semanas a ver al Barcelona jugar contra el Alba. Cuando uno está lejos y mira las cosas con otra perspectiva, las rivalidades territoriales pierden todo su sentido, y de la misma forma que me alegré cuando el Madrid ganó in extremis, me alegraré de la más que segura paliza de J. C. Navarro y los suyos.

Pero volviendo al tema original. Si hubo algo que me emocionó, fue poder ver durante el calentamiento a dos de las leyendas vivas del baloncesto español. Los dos empezaron en el Estudiantes pero se cambiaron al Madrid. Uno marcó los 80 y primeros de los 90 y el otro recogió el testigo y fue el referente de finales de los 90 y principios del siglo XXI, antes del boom Gasol. Los más avispados los habrán visto en el primer video, pero para los que no, saqué una foto durante el entrenamiento. Fue una lástima que no nos dejaran pasar, pero perdurará su recuerdo en nuestras retinas y en el sensor CCD de nuestras cámaras.

Leyendas vivas

A pesar de que era un mico, tengo un claro recuerdo de cuando Fernando Martín se fue a los Portland Trail Blazers, de sus lesiones, de cuando volvió al Madrid y finalmente de la noticia de su muerte. Ver a su hermano ahí los trajo de vuelta a mi cabeza. Y qué decir de Alberto Herreros que no se haya dicho ya. Valga mi respetuoso silencio como homenaje.


El viernes por fin me alcanzó el resfriado que venía persiguiéndome desde el fin de semana. Normalmente noto una aspereza en la garganta que se transforma en 24 horas en un grifo nasal y un aspersor estornudil cuya intensidad sube, alcanza el cénit y baja en 3 o 4 días. Pues bien, anduve luchando a capa y espada contra la aspereza y cuando parecía que la tenía controlada bajé la guardia y me pilló desprevenido. Eso sumado a la falta de Helio para mis experimentos hizo que pusiera fin a la jornada con antelación y que me fuera a casa para meterme un rato en la cama antes del concierto de Anhela. Lo bordaron. Otra vez.

El sábado tenía en mente quedarme en casa recuperándome de mi resfriado cuando una llamada de una amiga nos sacó del letargo. Estaba en Berlín por la Berlinale y tenían un ratillo a la hora de comer. Así que salimos cagando leches y quedamos con ella y su novio, que es productor y estaba de jurado en una de las secciones. Nos comimos unos codillos mientras charlábamos de la última gala de los Goya y luego nos tomamos unas tartas del Barcomi´s en el Strandbar. Como ellos tenían compromisos ineludibles con los estrenos de la sección oficial nos dieron unas entradas para una película que ya había sido estrenada así que nos fuimos al Urania a ver Ricky. Nos pusieron pegas para entrar porque a pesar de tener entradas no teníamos acreditación pero al final nos dejaron pasar los últimos después de llorar un poco. Y eso qué significa? Pues que los únicos asientos que quedaban estaban en primera fila, y que para leer los subtítulos había que calentar antes el cuello. De hecho mirando al centro, todo lo que veía a través de mis gafas era pantalla. Cuando había dos personajes en escena, uno a cada lado, había que decidir a quién mirar, cosa que por otra parte estaba bastante claro, porque entre Sergi López y Alexandra Lamy, uno no duda.

La película es recomendable. Baja un poco de intensidad con el paso del tiempo y el final desluce, un poco flojo, pero merece la pena.

Como colofón de la noche, acabamos viendo capítulos de Muchachada Nui con un White Russian en la mano, brindando por dos tortolitos que, según nuestros cálculos, se estaban dando un homenaje carnal en esos precisos instantes.

Y hoy domingo pues ha resultado ser un día tranquilo. Nos hemos levantado tarde, hemos cocinado algo y nos hemos ido a dar un paseo. Hemos acabado en el mercadillo del Mauer Park y, como hace tiempo que no me compraba ningún disco, he decidido tirar la casa por la ventana y hacerme con el Dark Side of the Moon (una edición de 1997 conmemorativa de los 100 años de EMI, con los pósters, las pegatinas y toda la pesca, nuevecito nuevecito) y el Made in Japan. Así pues, el Made in Japan (el de los Purple, no el de Siniestro Total) se ha convertido en el primer álbum que tengo en cinta, en CD y en vinilo. He querido regatear un poco pero el hombre no estaba muy por la labor. Al final han sido 28 eurillos por los dos (bueno, realmente tres) discos. Un homenaje vamos.

Además esta semana ha sido fructífera porque he estado organizando toda la colección de los discos del Mojo. Las etiquetas ID3 estaban hechas una mierda. Y claro, 10 discos de varios artistas, sin información... eso no se puede subir así como así al iTunes porque te deja todo hecho un cristo. Así que con paciencia, busqué los nombres de las canciones y de los artistas, les puse un formato coherente y finalmente llené el iPod de funki del bueno. Os dejo con los Isleys Brothers y me despido porque yo, como ellos, tengo trabajo que hacer.




I'm taking care of business, baby can't you see
I gotta make it for you, and I gotta make it for me
Sometimes it may seem girl I'm neglecting you
I'd love to spend more time
But I got so many things to do
Ooh, I got work to do, I got work baby
I got a job yeah I got work to do,
said I got work to do
Oh I'm out here trying to make it, baby can't you see
It takes a lot of money to make, it let's talk truthfully
So keep your love light burning
And a little food hot in my plate
You might as well get used to me coming home a little late, oh
Ooh, I got work to do, I got work baby
I got a job, yeah I got work to do
I got work to do, everybody's got work to do
I'm taking care of business baby can't you see
I gotta make it for you,I gotta make it for me
Don't wanna make you feel I'm neglecting you
I'd love to spend more time, oh
But I got so many things to do



Qué cabrones los Isleys Brothers no?