domingo, 8 de febrero de 2009

7. KW

Hace una semana estaba en el avión de vuelta a Berlín. El fin de semana había sido intenso. Un par de mensajes de móvil y aparecen veintitantos a tomar cañas en el Andino. 250 € en cañas, que se dice pronto. Exaltación de la amistad. Luego en el aeropuerto encontré el complemento perfecto para mi funda rosa del iPod. Gracias muchachada.

Esta semana he estado preparando muestras y midiéndolas para completar los resultados que hay que presentar en San Francisco. Han sido días de trabajo intenso que no pudo completarse debido a que se agotó el helio cuando quería hacer las últimas medidas de espectroscopía fotoelectrónica ultravioleta. A ver si lo reponen pronto y puedo acabarlas la semana que viene, aunque el trabajo ya se empieza a apilar a pasos agigantados.

Por lo demás la semana ha sido muy movidita: el jueves creo que batí un récord del mundo. O mejor dicho dos. Fui capaz de ir a Ikea y compra sólo lo que quería (2 estanterías metálicas OMAR) y además tardé menos de 20 minutos desde que aparqué el coche hasta que salí de allí pitando al curro con mi compra. Luego por la tarde tuvimos la ocasión de ir a ver el partido entre el Alba de Berlín y el Real Madrid en el flamante O2 world.

Flamante O2 World

Llegamos con bastante tiempo y estuvimos viendo el calentamiento del Madrid.



El partido del Madrid fue realmente nefasto. En la primera parte ya les habían colado ni más ni menos que 52 puntos y se fueron hasta de 19. Entraban y salían por donde querían, metían triples a mansalva y los rebotes eran casi todos del Alba. En la segunda parte se pusieron las pilas y a falta de 17 segundos se pusieron por delante en el marcador. 2 arriba posesión del Alba. Falta. Tiros libres...





Había 11045 espectadores. Unos 11000 alemanes y unos 45 españoles repartidos por las gradas. En ningún momento nos sentimos acosados y al final del partido, algunos hasta nos dieron la mano. La pregunta es: tienen los alemanes sangre en las venas? O es acaso una especie de horchata aguada? En fin, lo podremos comprobar cuando vayamos dentro de dos semanas a ver al Barcelona jugar contra el Alba. Cuando uno está lejos y mira las cosas con otra perspectiva, las rivalidades territoriales pierden todo su sentido, y de la misma forma que me alegré cuando el Madrid ganó in extremis, me alegraré de la más que segura paliza de J. C. Navarro y los suyos.

Pero volviendo al tema original. Si hubo algo que me emocionó, fue poder ver durante el calentamiento a dos de las leyendas vivas del baloncesto español. Los dos empezaron en el Estudiantes pero se cambiaron al Madrid. Uno marcó los 80 y primeros de los 90 y el otro recogió el testigo y fue el referente de finales de los 90 y principios del siglo XXI, antes del boom Gasol. Los más avispados los habrán visto en el primer video, pero para los que no, saqué una foto durante el entrenamiento. Fue una lástima que no nos dejaran pasar, pero perdurará su recuerdo en nuestras retinas y en el sensor CCD de nuestras cámaras.

Leyendas vivas

A pesar de que era un mico, tengo un claro recuerdo de cuando Fernando Martín se fue a los Portland Trail Blazers, de sus lesiones, de cuando volvió al Madrid y finalmente de la noticia de su muerte. Ver a su hermano ahí los trajo de vuelta a mi cabeza. Y qué decir de Alberto Herreros que no se haya dicho ya. Valga mi respetuoso silencio como homenaje.


El viernes por fin me alcanzó el resfriado que venía persiguiéndome desde el fin de semana. Normalmente noto una aspereza en la garganta que se transforma en 24 horas en un grifo nasal y un aspersor estornudil cuya intensidad sube, alcanza el cénit y baja en 3 o 4 días. Pues bien, anduve luchando a capa y espada contra la aspereza y cuando parecía que la tenía controlada bajé la guardia y me pilló desprevenido. Eso sumado a la falta de Helio para mis experimentos hizo que pusiera fin a la jornada con antelación y que me fuera a casa para meterme un rato en la cama antes del concierto de Anhela. Lo bordaron. Otra vez.

El sábado tenía en mente quedarme en casa recuperándome de mi resfriado cuando una llamada de una amiga nos sacó del letargo. Estaba en Berlín por la Berlinale y tenían un ratillo a la hora de comer. Así que salimos cagando leches y quedamos con ella y su novio, que es productor y estaba de jurado en una de las secciones. Nos comimos unos codillos mientras charlábamos de la última gala de los Goya y luego nos tomamos unas tartas del Barcomi´s en el Strandbar. Como ellos tenían compromisos ineludibles con los estrenos de la sección oficial nos dieron unas entradas para una película que ya había sido estrenada así que nos fuimos al Urania a ver Ricky. Nos pusieron pegas para entrar porque a pesar de tener entradas no teníamos acreditación pero al final nos dejaron pasar los últimos después de llorar un poco. Y eso qué significa? Pues que los únicos asientos que quedaban estaban en primera fila, y que para leer los subtítulos había que calentar antes el cuello. De hecho mirando al centro, todo lo que veía a través de mis gafas era pantalla. Cuando había dos personajes en escena, uno a cada lado, había que decidir a quién mirar, cosa que por otra parte estaba bastante claro, porque entre Sergi López y Alexandra Lamy, uno no duda.

La película es recomendable. Baja un poco de intensidad con el paso del tiempo y el final desluce, un poco flojo, pero merece la pena.

Como colofón de la noche, acabamos viendo capítulos de Muchachada Nui con un White Russian en la mano, brindando por dos tortolitos que, según nuestros cálculos, se estaban dando un homenaje carnal en esos precisos instantes.

Y hoy domingo pues ha resultado ser un día tranquilo. Nos hemos levantado tarde, hemos cocinado algo y nos hemos ido a dar un paseo. Hemos acabado en el mercadillo del Mauer Park y, como hace tiempo que no me compraba ningún disco, he decidido tirar la casa por la ventana y hacerme con el Dark Side of the Moon (una edición de 1997 conmemorativa de los 100 años de EMI, con los pósters, las pegatinas y toda la pesca, nuevecito nuevecito) y el Made in Japan. Así pues, el Made in Japan (el de los Purple, no el de Siniestro Total) se ha convertido en el primer álbum que tengo en cinta, en CD y en vinilo. He querido regatear un poco pero el hombre no estaba muy por la labor. Al final han sido 28 eurillos por los dos (bueno, realmente tres) discos. Un homenaje vamos.

Además esta semana ha sido fructífera porque he estado organizando toda la colección de los discos del Mojo. Las etiquetas ID3 estaban hechas una mierda. Y claro, 10 discos de varios artistas, sin información... eso no se puede subir así como así al iTunes porque te deja todo hecho un cristo. Así que con paciencia, busqué los nombres de las canciones y de los artistas, les puse un formato coherente y finalmente llené el iPod de funki del bueno. Os dejo con los Isleys Brothers y me despido porque yo, como ellos, tengo trabajo que hacer.




I'm taking care of business, baby can't you see
I gotta make it for you, and I gotta make it for me
Sometimes it may seem girl I'm neglecting you
I'd love to spend more time
But I got so many things to do
Ooh, I got work to do, I got work baby
I got a job yeah I got work to do,
said I got work to do
Oh I'm out here trying to make it, baby can't you see
It takes a lot of money to make, it let's talk truthfully
So keep your love light burning
And a little food hot in my plate
You might as well get used to me coming home a little late, oh
Ooh, I got work to do, I got work baby
I got a job, yeah I got work to do
I got work to do, everybody's got work to do
I'm taking care of business baby can't you see
I gotta make it for you,I gotta make it for me
Don't wanna make you feel I'm neglecting you
I'd love to spend more time, oh
But I got so many things to do



Qué cabrones los Isleys Brothers no?

6 comentarios:

wen- dijo...

Que guay eres, no? Pero guay, guay además. No me había dado cuenta!
Yo no he salido de casa en todo el finde, de repente me parece deprimente. Qué lleva el white russian ese?

Rodros dijo...

Como no te veo la cara no sé si te estás cachondeando de mí o no XD

Respondiendo a lo del White Russian y con la ligera impresión de que ya hemos charlado sobre este tema, te digo que lleva Vodka, Kahlúa y leche/nata. Respecto a las proporciones se puede discutir bastante. Puedes empezar con el clásico 1:1:1 y luego variar. El 2:2:5 o incluso el 2:2:7 suelen ser las preferidas.

wen- dijo...

Ya me lo habías explicado antes? Jo, estoy chocha, perdona.

Rodros dijo...

Pues lo he estado buscando y aunque es cierto que ya he mencionado el White Russian en alguna ocasión, no veo ningún comentario tuyo al respecto. Desde aquí mis disculpas.

Irreverens dijo...

¡Cacho post!

¡I got wooork to do, I go woooork to do, lalallala!
jeje, qué horas de ponerme a cantar.
:)

Veo que vuestra vida social marcha sobre ruedas, a pesar de los resfriados y la escasez de helio. Me alegro.

Un besazo a los dos.
:D

wen- dijo...

Osea que no estoy chocha? XD
No hacen falta disculpas hombrededios. Un besote :)