lunes, 2 de junio de 2008

Maldito fideo

La pila llena de cacharros por fregar.

Por una vez decido ponerme manos a la obra. Plato pacá, vaso pallá, fuente por aquí, cacerola por allá... cacerola por allá... cace... joder! el puto fideo estaba pegado y no había dios que lo sacara de ahí. Es lo que pasa cuando haces sopa y no pones el cazo en remojo.

Así que me dispongo a frotar con todas mis fuerzas. Tras unos segundos de esfuerzos sobrehumanos el fideo se desprende de la cacerola pero no se rompe sino que atraviesa el estropajo y se mete de lleno entre mi uña y mi dedo.

AHHHRRRRGGG!!! PUTO FIDEO!!! ARRRGGHHH!!!

Fui a por unas pinzas y logré sacar el fideo. Todo? No! Un irreductible trozo seguía dentro, fuera del alcance de cualquier herramienta no ideada por sádicos o torturadores.

Al meterme en la cama podía sentir el latido de mi corazón en la punta de mi dedo índice. A la mañana siguiente el dedo era seguramente el punto más sensible de todo mi cuerpo. Imaginaos lo que es no poder tocar nada con el dedo índice de la mano derecha (los zurdos que se lo imaginen con la izquierda). Sé que no tocaba nada porque la uña se mantenía impoluta sin rastro alguno de luto, cosa que no pasaba con el resto de los dedos. Intentar sacar las llaves del bolsillo derecho era un infierno. Escribir un e-mail una tortura e intentar usar un bolígrafo un verdadero suplicio. Desafortunadamente tuve que sacar varias veces las llaves del bolsillo, escribir varias decenas de correos y, aunque parezca mentira, usar durante varias horas un bolígrafo. (Aquellos que no sepan lo que es un bolígrafo pueden pinchar aquí para obtener más información)

Además con el paso de los días pude asistir en vivo y en directo a una lucha encarnizada. Mi uña ha ido evolucionando. Primero apareció una manchita blanca, luego se fue haciendo más grande, luego empezó a convertirse en una manchita roja. Hace un par de días apareció entre la uña y la yema un pequeño bultito. Era la prueba fehaciente de la lucha de mi cuerpo por deshacerse de un agente extraño. Lo cubre de pus (para matarlo de asco, digo yo) y luego lo va expulsando lentamente. Hoy he cogido unas pinzas de mi laboratorio, las he desinfectado con etanol y he puesto fin al largo viaje del maldito fideo. Ahora tengo un bonito hueco debajo de la uña y una hermosa manchita roja que espero que vaya desapareciendo a medida que la uña vaya creciendo.


Os dejo con Jimmy Jazz, del álbum London Calling (1980) de los Clash

12 comentarios:

Irreverens dijo...

¿Maldito? ¡¡Ese fideo era un asesino!!
(Dime qué marca era para no comprarlo...)

Lucas dijo...

¡Por fin sé lo que le pasó a tu uña! Tampoco era para tanto, ¿no?

Lucas dijo...

El tampoco era para tanto me refería a la historia... que el fideo metido debajo de la uña si que tiene que doler un huevo :S

belenmadrid dijo...

jajajaja no me reía tanto desde... el bicho peludo tres por lo menos :)

Belén dijo...

A mi me pasó eso pero con un grano de arroz, aún me acuerdo, sera joputa!

besicos

alfman dijo...

joé tortura china oiga!! estoy seguro de que esto se lo hicieron a chuk norris en vietnam y por eso desde entonces anda repartiendo hostias por el mundo....

JOAKO dijo...

La tortura a base de astillas debajo de las uñas es un gran clasico.
En una ocasión tuve un padrastro que creció y creció hasta que armado con mi navajita suiza multiusos "sajé", como si de un conbatiente boina roja fuese. No quiero dar más explicaciones de lo que paso con el pus...

Rodros dijo...

Pues Irre, me temo que son los fideos con un nombre de ave de corral. Del 4. Y ahora puedes preguntar cómo cojones es que tenemos pasta gallo en Berlín.

Lucas, yo nunca dije que fuera para tanto. Era Ana que se tapaba los oídos y emitía grititos cada vez que amenazaba con contar la historia. Y sí, la verdad es que dolío horrores durante dos días, mucho durante otros dos y un poco menos durante los dos últimos. Sólo cuando dejó de doler fue cuando me atreví con las pinzas. XD

Gemi, me honras con la comparación.

Joder Belén tronca. Un grano de arroz?? Pero eso es un mastodonte comparado con mi delgado y esbelto fideíto!! Gensanta lo que pasa por el mundo!!

Efectivamente Alfman, a chuck norris le hacían fregar las cacerolas resecas de la Sopa Wan Tan. No me extraña que se le quedara la cara que tiene ahora.

Joder Joako, yo estuve a puntito de hacerme una escabechina similar cuatro días antes de lo de las pinzas. Sólo te digo que en mi laboratorio hay bisturíes.

wen- dijo...

Pa que aprendas a poner los cazos en remojo!
Se lo voy a contar a David a ver si se acojona y aprende tb a ponerlos él. Aunque con el lavaplatos la verdad es que ya no tenemos las peloteras de antes XDD
Cuídate ese dedo y aprende la lección :D

JOAKO dijo...

Bisturies en el trabajo, empiezas a proyectar una imagen sorprendente en mi cabeza, acuerdate del arranque de American Psico, aunque ese lo que miraba era un cuchillo eléctrico...

wen- dijo...

Qué horror, american psyco... el peor libro que he leído en mi aun corta vida. No lo quemé cuando lo acabé porque no era mío.... menuda tomadura de pelo.

Rodros dijo...

La felicidad del ignorante, ni he visto la película ni he leído el libro. Gracias de todas formas.