Muchas cosas se juntaron en la vida de Paul. Tantas que él, junto a su compañero de piso, decidieron honrarnos con una fiesta en toda regla.
Había cumplido los 30 (en septiembre, pero eso no importa), le habían dado un premio a la mejor aportación científica en una conferencia en Japón y su novia, sevillana, había dejado atrás su ciudad para embarcarse con él en una nueva aventura. Los dos compartieron 3 días de coche con un perro y una pata de jamón. Sevilla-Berlín. Sólo ida.
Para la fiesta alquilaron un local en Kreuzberg, pero no lo cerraron. Simplemente pusieron un cartel en la puerta para que la gente supiese que se trataba de la fiesta de Rasmus y Paul. La única difrencia entre los invitados y los acoplados era un sello que te abría la puerta al maravilloso mundo de la barra libre (por lo menos de birra y vino hasta las 00:30, las copas costaban 4 euros) En el sótano, un escenario improvisado y 4 ingleses dando gritos. Por suerte estaba bastante lejos (todo lo lejos que se puede estar en una estancia de 20 metros cuadrados) y no fui verdaderamente consciente de lo que estaba pasando. Lo único que sé es que antes de empezar una canción, el cantante pidió la ayuda del público para corear una frase (Only the hills have eyes for you) cada vez que el guitarrista enseñase la raja del culo. Os prometo que no veía nada, sólo la cabeza del guitarrista girarse de vez en cuando momentos antes de que el público coreara la famosa frase.
Además de la fastuosa actuación erótico-musical y de la barra libre, cabe destacar el papel de el/la camarero/a. Un/a mastuerzo/a de anchas mandíbulas con el pelo rubio recogido en una coleta, un vestidito con muchos encajes y una maestría en el arte de pomular que unido a las posturitas que adoptaba al servir el vino hacía de él (o ella) una candidata perfecta a actuar en cualquier remake de las primeras películas de Almodóvar. Una Patty Diphussa del s.XXI.
Como veo que estos últimos días andaba muy rosita con Kate Nash y Susan Sarandon os propongo algo para salir del letargo. Gritan, aporrean las guitarras los bajos y los timbales, pero siempre hay algo que te hace amar su música. Será que es como la vida misma, agresiva pero a ratos hermosa.
ATWA de System of a down
lunes, 28 de enero de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
5 comentarios:
Veo que la gente se lo monta muy bien, me alegro.
Buen tema.
así que tu eres el de las vecinas con trineo (y danesas macizas, claro está)? ^_^
amo las fiestas con cerveza gratis, no importa si hay que ver ojetes de cerca.
Dado el panorama de vecinos (al que hay que sumar dos visitas a los juzgados a lo largo del mes de febrero) puedo afirmar que mi dirección en Berlín es, sin ningún género de dudas, la 13 Rue del Percebe (Percebenstrasse 13)
Para la próxima fiesta con cerveza gratis avisa, leches, que no tengo ni perro ni pata de jamón, pero cojo el coche y me planto en Berlín en un santiamén...
Te avisaré con tiempo pues porque de la habitación Riaza hasta Berlín hay un trechillo
Publicar un comentario