viernes, 8 de febrero de 2008

La entrada de la berlinale y otros menesteres

Como llevo diciendo estos días, la vida en general se ha vuelto un poco más cuesta arriba en estas últimas fechas.

Al final hemos tomado una decisión sobre qué hacer durante el juicio del día 14. Declarar contra "nosotros mismos" no es una decisión fácil de tomar. Si el juez nos hace caso, la comunidad perderá y seguramente nos tocará pagar los gastos, además de enfrentarnos con la mayoría de los vecinos, pero espero que algún día comprendan que nosotros no fuimos los que dimos por válida una decisión que no había sido tomada durante una reunión, falsificando y tratando de ocultar documentos. Los problemas de comunidad se enquistan y crecen y por mucho que empezaran siendo una nimiedad, al final te engullen en un vórtice de recelos y puertas que se cierran a tu paso.



Además ayer tuve que acompañar a una compañera del trabajo al hospital para hacer de traductor. Lleva varios meses con dolores en la espalda y las piernas y el diagnóstico no es demasiado agradable. Un problema con un disco que está rozando los nervios hace que tenga dolores, hormigueos y pérdidas de fuerza en las piernas. Después de varios meses de pinchazos, fisioterapia, acupuntura, masajes, medicamentos... ha llegado la hora de la operación. Riesgos asumibles para mejorar la calidad de vida, pero demasiado cerca de la columna para que no sean triviales.

Y allí, sentados los dos en la sala de espera, un bebé habitando el cuerpo de una señorita iluminaba la sala repleta de toses y escayolas con una risa potente, clara y pura cada vez que su padre jugueteaba con las palmas de sus manos.
Y en ese momento, todos los problemas que tengo, todos, se hicieron pequeños, enanos, ínfimos....

A mi compañera la acerqué a su casa después de acordar con el médico la fecha de la operación. El quería hacerlo el lunes, pero ella pidió más tiempo para que sus padres pudieran buscar un billete y venirse. Al final lo aplazó hasta el 18. Yo , la vida que llevo en Alemania, no me la podría permitir en España, pero me siento desarraigado. Mi madre, a la que operaron ayer por la tarde, está allí. Se alegra mucho cuando voy de vez en cuando y yo sigo considerando que Madrid es mi casa, al igual que Berlín. 4 años y medio no se soportan así como así si uno no está medianamente a gusto. Mi madre no quiere decirme que sería más feliz conmigo a su lado. Sabe que los caminos se han separado, pero yo también sé que en algún momento tendré que volver a devolverle al menos parte de lo que me ha dado ella a mí.

Durante el trayecto de vuelta a mi casa, con el iPod en modo aleatorio enchufado a la radio del coche, empezó a sonar Proyecto Gotán y me acordé de nuestro viaje en coche por Europa. Madrid-Berlín con el cálido sol de mayo calentando el capó y la grata compañía calentando el corazón y las risas. Gracias Alfredo por el disco.



Y yo que pensaba que no me importaba
Que una caricia podía borrar el color de mi ciudad

Total, que después del día de ayer, con sus visitas al hospital, conversaciones con abogados, revelaciones inesperadas en la sala de espera, estrés materno-emocional y demás menesteres, acabé con una entrada para una película de la Berlinale, que me regaló mi compañera por mis esfuerzos. Ella la consiguió comprar por la mañana, pero no puede ir porque es el día antes de la operación.




Perdón por mi dejadez en relación a las fotos de nuestra escapada a la isla tropical. Doy oficialmente por perdida la carrera/concurso de fotos, ante el imbatible alarde de fusión entre arte y tecnología desplegado por Wen :)

5 comentarios:

wen- dijo...

Qué batiburrillo de emociones jope..
Yo lo de la madre prefiero no pensarlo, sabes? Cuando me fuí a Bcn mi madre lo pasó fatal y para mi fué duro tb... ahora llevo 4 años en Madrid y me falta poco para volver a Bcn... me entristece tanto pensar en separme de mi familia otra vez que actuo como si no fuera a pasar... qué mierda.
Gracias por lo del alarde entre arte y tecnología XDDDD que capullo. Espero las fotos de todos modos, eh??

Rodros dijo...

En el disco The Wall, de Pink Floyd hay una canción muy "emocionante" en el sentido literal que habla sobre las madres y los hijos. Puff, ahí va:

Hush now baby, baby, dont you cry.
Mother’s gonna make all your nightmares come true.
Mother’s gonna put all her fears into you.
Mother’s gonna keep you right here under her wing.
She wont let you fly, but she might let you sing.
Mama will keep baby cozy and warm.
Ooooh baby ooooh baby oooooh baby,
Of course mama’ll help to build the wall.


Y aquí el video

Irreverens dijo...

Ya nos contarás qué tal la peli.
:)

Espero que la operación de tu compañera vaya bien.

En cuanto a lo de la distancia y la familia/amigos... qué me vais a contar. Yo vivo desde hace 15 meses en Vigo. Y toda mi gente está en Barcelona. 1.200 km de ná.

De todos modos, a mí me encanta Berlín. Estuve allí el 30 de septiembre pasado para correr el Maratón. ¿En qué barrio vives, si puede saberse?

Lucas dijo...

Al final, yo he acabado viviendo en el sitio de siempre, cerca de la familia... y con la sensación de tener demasiado lejos a mucha gente a la que quiero... Quizás sea el lado amargo de ser de muchos sitios y no ser de ningún lado...

Supongo que a tu compañera la conozco... Si es así, dale un besazo enorme de mi parte. A ver si llamo y me cuentas.

¡Y disfruta de la Berlinale!

Mújol dijo...

Rodros, tienes el mismo gusto musical que yo, tío. El aleatorio ese. ¡Cómo mezcla!